sábado, 7 de mayo de 2011

"Pierrot, el loco" (1965)

Lo digo desde un comienzo, analizar esta película desde un punto de vista que deje contento a todo el mundo es imposible. Lo que haré ahora es demostrar porqué me gusta éste film y señalar aspectos que considero importantes dentro de su composición respecto al cine que hace Godard.
Si hacemos la distinción con "Sin aliento", "Pierrot, el loco" es una película mucho más completa, donde se pueden encontrar manifestaciones ideológicas, críticas al sistema burgués, sátiras de la guerra y una descomposición deliberada de varias técnicas cinematográficas de la época.

La película comienza con un montón de imágenes que no tienen relación con la escena que partirá la película, (Un par de mujeres jugando tenis, Ferdinand (representado por Jean-Paul Belmondo)  comprando un libro y una vista panorámica de la ciudad en la noche), mientras se escucha al protagonista leer un fragmento de la literatura que tanto le gusta. La cámara se traslada rápidamente a la tina donde se ha realizado la lectura. En la siguiente escena se pueden captar los primeros atisbos de la disconformidad de Ferdinand respecto a su entorno, discute con su mujer por los niños y se molesta al ver los comerciales en una revista, manifestando que el mundo en que viven es "la civilización del culo."
El choque de Ferdinand con el entorno burgués será su estigma a lo largo de la película, con el punto de partida en su enajenación por el  desastre y caos que ve en una fiesta "formal". La locura se representa con iluminación de diversos colores, mujeres desnudas desde la cintura hacia arriba hablando con toda la calma del mundo sobre temas que ni ellos mismos entienden.  Esto termina con un Ferdinand desesperado que no haya nada mejor que hacer que agarrar un pedazo de una gran torta con sus manos y lanzársela a la señora más cercana. Todo este quiebre se representa con fuegos artificiales que intercalan con las escenas siguientes.

El protagonista regresa de la fiesta y lleva de vuelta a su casa a la niñera, Marianne, que había sido una ex-novia suya hace cinco años atrás. Luego de un largo diálogo en el auto (con críticas a la guerra incluidas y la primera vez que Marianne le dice Pierrot a Ferdinand en la película, lo que dará origen al título), los personajes deciden pasar la noche juntos. El día siguiente comienza con una canción (muy al estilo de un musical) de Marianne a Ferdinand. Hay un detalle menor en esta escena que llama definitivamente la atención, en la habitación adyacente a la de Ferdinand, sobre la cama, hay un cadáver, con tijeras incrustadas en el cuello. ¿Cómo reaccionan los personajes? Marianne, mientras canta y le prepara el desayuno a su amante lo ve como si fuera un adorno cualquiera. En el caso de Ferdinand, que lo ve momentos más tarde, la imperturbabilidad se mantiene. Lo lógico sería asumir que ellos lo mataron, pero entonces un nuevo individuo aparece y tampoco se perturba al ver al muerto. ¿Es que acaso este sujeto lo mató? Poco importa, lo relevante es que los protagonistas lo noquean y logran gestar una huida que nunca estuvo en los planes de nadie. Para mí, esta escena representa perfectamente la noción de activar al espectador mediante situaciones ilógicas e inesperadas.
La película sigue con la huida, un collage de imágenes estéticas, diálogos profundos, pero irrelevantes para la construcción de la trama, y situaciones  extravagantes. Se mezclan conversaciones con personajes rurales y situaciones absurdas, como el cómico escape Ferdinand y Marianne de una gasolinera luego de abatir a cada uno de sus empleados.  Los protagonistas crean un falso accidente (donde nuevamente aparece un cadáver-adorno) para simular sus muertes y, finalmente, se introducen en la naturaleza con el afán de zafarse de todo lo urbano.
Aún así los problemas no desaparecen, Marianne no encuentra cosas interesantes que hacer y cree que su relación con Ferdinand no es recíproca. Además, necesitan dinero para comprar víveres o literatura para Ferdinand, lo que tendrá por consecuencia su representación, (asumo que es en un pueblo cercano) a unos estadounidenses de la guerra de Vietnam, una intensa sátira en que las imágenes hablan por su propia cuenta:



Al momento de volver Marianne manifiesta su deseo de quedarse unas horas más en el lugar, ante lo que Ferdinand se niega rotundamente. Esto hará que el protagonista dude acerca de la vida que llevan y repercutirá en la búsqueda de un lugar y una situación más amena para ambos. Con este fin comienzan a averiguar sobre el paradero del hermano de Marianne, lo que será el comienzo del fin para la pareja. La joven terminará con un enano de lo más extraño, que sin motivo aparente intentará matarla. Marianne, luego de matar al enano logra escapar, pero separándose de Ferdinand, que llega tarde y solo encuentra al cadáver y el vestido rojo de su amante.
El reencuentro de los protagonistas ocurre tiempo después (la película no tiene la cortesía de decirnos cuánto tiempo pasó), y Marianne dice ya haber encontrado a su hermano, que resulta ser nada más que un amante de la joven. Los tres planean un golpe, luego del cual se materializa la traición a Ferdinand, escapando Marianne y su "hermano" con el dinero. Desesperado, el protagonista los persigue y da con ellos en una isla, donde luego de una balacera asesina a ambos. Viendo a su amada morir, Ferdinand enloquece: se pinta la cara de azul, toma varios cartuchos de dinamita y se los enrolla alrededor de su cabeza. Ya cuando la mecha está encendida se arrepiente, pero es tarde, una  abrupta explosión ilumina la pantalla, terminando con la vida de Ferdinand. La cámara enfoca el mar y la película finaliza con Ferdinand y Marianne construyendo la siguiente frase: "Hemos encontrado la eternidad, es el mar y el sol."
¿Qué posee esta película para que sea tan reconocida dentro del cine? La lista es casi interminable, desde los tecnicismos fílmicos que rompe hasta el abundante uso de colores primarios, "Pierrot, el loco" está plagada de elementos que la distinguen de otras producciones del séptimo arte. Las ya mencionadas críticas al sistema burgués, la sátira a Vietnam, el existencialismo y la problemática del ser. El enfoque brechtiano (a través de lo extraño activar al espectador), la cultura pop, los diálogos que se mezclan con las imágenes, y podría seguir enumerando. Pero solo viendo este tipo de películas, que son una experiencia totalmente distinta, se puede entender en qué consiste su verdadero encanto, que va más allá de todas las innovaciones. 

La entrevista (Sin aliento)

Una escena de "Sin aliento" ahora. Esta escena no cambia en nada la trama central de la película ni atribuye información que será relevante en escenas posteriores, pero es bella en sí misma. Las ideas que transmite son profundas e incluyen temáticas que involucran la esencia misma del ser humano. La vida, la muerte y el amor se reúnen en esta escena con conclusiones tanto aceptables como debatibles.
Como dato curioso el personaje de Parvulesco está representado por el director de cine Jean-Pierre Melville, director de películas como "Le samourai" y "Bob le flambeur"

La escena de los autos en "Week End"


Si pudiste ver el video sin molestia ni saltándote partes es porque realmente eres duro/a. Esta escena, de la última película de Godard en su período dentro de la Nueva ola, es una de las más conocidas dentro de su filmografía. "Week end" (1967) se caracteriza por ser osada e ir más allá de lo que el espectador "promedio" puede aguantar al ver cine. Esta escena representa perfectamente esa aseveración.
Cómica y molesta, satiriza de la forma más brutal posible lo que produce el sistema burgués. Caos, destrucción y violencia reinan en una de las películas más controversiales del cine mundial.
Pero, ¿Qué significa ésta escena? ¿La gran presencia de la burocracia en sistema burgués? ¿La poca preocupación del ser humano por sus similares, viendo que los individuos solo buscan salir del embotellamiento y no les importa la causa, la desgracia de otros?
La crítica late en cada una de sus imágenes. El espectador realmente debe pensar para obtener un sentido. Ésta emblemática escena muestra cuán lejos el cine puede llegar.

El origen de los "jump cuts"


Se dice que una imagen vale más que mil palabras. En el video publicado se muestra lo que se conoce en el cine como "jump cuts", técnica frecuente en "Sin aliento", película a que se le atribuye su invención. Consiste en ese corte brusco que se produce en una secuencia, pero sin alterar su significado (por ejemplo, en el rápido cambio a la mujer arreglándose). ¿Cómo surgió esta técnica? De acuerdo a la trivia de www.imdb.com, se produjo por un consejo que Godard le pidió a otro director, Jean-Pierre Melville, para acortar su película, ya que consideraba que duraba mucho. Éste le respondió que sacara algunas escenas. Godard no quitó escenas, pero si las recortó, extrayendo pequeños fragmentos de ellas. Esto derivó en la técnica que se conoce como jump cuts. A propósito, Melville quedó encantado con el resultado.

viernes, 6 de mayo de 2011

"Sin aliento"(1960), el primer largometraje de Godard

La primera cinta de Godard es, probablemente, la más conocida de todas sus obras. No solo fue apreciada por la crítica, sino también por el público, convirtiéndose en el único éxito de taquilla dentro del centenar de películas que  el director francés ha dirigido.
Este filme no es realmente complejo, de hecho, me recuerda a la premisa de Godard que sostenía que para hacer una película solo se necesitaba a una pistola y una chica. La trama en rasgos mayores no va mucho más allá de eso: El protagonista, un maloso que se gana la vida con asaltos y robos, busca convencer a una joven americana de escaparse con él a Italia. Esta es la base de toda la película. Lo esencial está en lo que muestran de la vida de estos personajes, detalles y diálogos que no parecen aportar en mucho al eje central de la historia, comentarios cotidianos e incluso en algunos casos jocosos, pero que construyen a los personajes y les da un carácter más humano, que lo acerca más al espectador.
 Si bien es cierto que se puede ver desde su simpleza, "Sin aliento" también contiene muchas innovaciones que se realizaron respecto a la estructura fílmica vigente: Hay elementos como los jump-cuts (cortes bruscos en una escena)las interrelaciones con otras manifestaciones artísticas, su diálogo osado y, al mismo, tiempo natural. (Desde este punto comienzan los Spoilers si quieres ver la película de una forma más virginal sáltate esta parte ahora)

 El protagonista de la película es Michel Poiccard (papel que lanzaría a la fama a Jean-Paul Belmondo), que desde el principio define su situación. Lo primero que nos dice (línea con que abre la historia) es "Soy un hijo de puta." (frotándose los labios, como otrora lo hacía Humphrey Bogart, ícono de tipos duros del cine negro) Acto seguido se roba un auto y deja plantada a su mujer de turno. De actitud despreocupada, vive solo en el presente. Comete crímenes y robos incluso  después de haber matado a un policía. Sus mayores preocupaciones a lo largo de la película son huir de la policía y convencer a Patricia, la "chica", a que se fugue con él.






Patricia es el interés amoroso de Michel Poiccard, y el personaje femenino más importante de la obra. Patricia es extranjera y por tanto no comprende con claridad lo que la rodea, constantemente pide a los otros repetir o traducir lo que dijeron. El personaje de Jean Seberg, con un aire de inocencia y nunca segura de lo que hará, siempre se ve intensamente condicionada por la relación que establezca, ya sea por las acciones de Michel, un compañero de trabajo o el escritor famoso que entrevista.(Cameo del director de cine Jean-Pierre Melville)


La relación entre estos dos personajes, que podríamos considerar como el motor de la película, es bastante ambigua y los amantes solo parecen estar preocupados de ellos mismos. En la escena de mayor intimidad que poseen (Unos 10 minutos dentro del cuadro de Patricia antes y después de tener sexo), no hacen más que discrepar sobre sus gustos y no llegar a ninguna concordancia,  a la mujer le gusta la literatura de Faulkner y  a él  solo le importa si ella consideraría acostarse con el escritor. Cuando él le pregunta si se lo acompaña a Italia, ella lo mira y le responde con evasivas. Sin embargo siempre se relacionan con calma, de forma amena, sin exabruptos que vayan más allá de una exclamación de molestia.
La película culmina con la muerte de Poiccard, luego de que Patricia, en una acción que todavía me es difícil comprender, otorga a la policía el paradero de su amante, luego de ayudarlo a huir el día anterior, y cambiando inesperadamente su posición de cómplice.  El protagonista se encuentra abatido luego de la noche en fuga cuando Patricia llega y luego de un breve intercambio de palabras, le dice con toda la calma del mundo: "Michel, llamé a la policía. Les dije que estabas aquí." El diálogo aquí se vuelve caótico, los personajes no se prestan atención pero hablan con naturalidad y como si el otro le prestara toda la atención del mundo. Ambos se expresan con calma, al mismo tiempo, sin interrumpirse ni reparando en lo que dijo el otro. Para mí esta es una metáfora a lo que habría sido toda su relación, una comunicación donde el receptor solo está ahí para escuchar, su respuesta carece de sentido mientras el "Yo" pueda expresarse. Michel lo expresa con claridad: "Cuando conversábamos, yo hablaba de mí, y tú de ti... Y deberíamos haber hablado de nosotros."
Ante la llegada de la policía Poiccard sale del edificio y se encuentra con uno de sus compinches, que lo ofrece una pistola para defenderse. El protagonista, resignado, le dice que ya está cansado y no intentará escabullirse. Al escuchar esto el amigo de Michel sale del lugar a toda velocidad, viendo que los hombres de la ley cada vez más cerca, pero no sin antes lanzarle el arma de fuego a Poiccard. Cuando se dispone a recogerla, los policías lo interpretan como una muestra de resistencia, por lo cual le disparan sin vacilar. Herido, el personaje de Belmondo solo puede dar unos pasos antes de caer agonizante, Patricia, al verlo padecer, se acerca a él. 
Al ver a Patricia horrorizada, Poiccard hace unos gestos que antes había definido como "ponerse cargante", para luego decir sus últimas palabras: "Verdaderamente me dan ganas de vomitar." Esto Patricia no lo entiende bien, por tanto le pide al inspector que repita las palabras del occiso. Él le responde: "Dijo que tú realmente le dabas ganas de vomitar (déguellasse)." La joven entonces mira a la cámara y paseándose el pulgar por los labios como lo hacía Poiccard pregunta:  ¿Qué es "déguellasse"?. Este intercambio aún es muy debatido, con divergentes teorías acerca de lo que finalmente se quiso decir en esta escena.


La película cierra con esas palabras y no más créditos que los dos mostrados al principio. Este filme, a pesar de contar con un bajo presupuesto, demuestra que la calidad artística y la genialidad van más lejos que los recursos monetarios. Estos 86 minutos serían el punto de partida para uno de los directores  más importantes del cine mundial y la inspiración para muchos de sus múltiples seguidores, tanto en el cine como en las otras artes.




viernes, 29 de abril de 2011

¿Qué hacemos aquí?

Ésta es, como muchas otras, una página que desea explicar y analizar la extensa filmografía de Jean-luc Godard. Intentaremos que sea accesible, con ideas en lo posible simples y comprensivas para la gente que no conoce los tecnicismos del séptimo arte. 
El sistema consistirá en ir revisando cada una de sus películas, desglosando y debatiendo sus contenidos. Por esto, la retroalimentación será fundamental, se espera que se refuten y postulen ideas de forma pertinente con el fin de entender de mejor forma los films de Godard.



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